Consejos para tener una buena convivencia con tu roomie

Vivir con un amigo o con un desconocido es una experiencia cada vez más común. Compartir apartamento puede llegar a ser la mejor opción a la hora de independizarse, pues de esta forma no tendrás que pensar en costear tú solo todos los gastos que implica mantener un hogar. Aunque la razón principal es justamente ahorrar un poco de dinero, tener un roomie también puede ser una experiencia divertida, siempre y cuando se establezcan unas reglas con las que todos estén de acuerdo para que la convivencia sea más sencilla.

La idea no es sacar una regla para todo ni que existan más restricciones que cuando aún se vivía con la familia, pero las normas serán necesarias, para que la armonía sea una cuestión de todos los días. Estos son algunos reglas básica entre roomies:

Antes de empezar a convivir

  • Escoge muy bien tu roomie. La elección debe ser cuidadosa, la convivencia continua no es fácil y será más llevadera si tienen intereses comunes y personalidades compatibles. Algunas personas pueden solicitar cartas de recomendación de compañeros de cuarto anteriores para comprobar qué tan responsable es la persona o, incluso, firmar un contrato de arrendamiento donde cada uno conozca cuáles son sus responsabilidades.
  • Todo queda dicho antes de la mudanza. Qué le gusta a uno y a otro, que no tolera, que le genera incomodidad, cuáles son sus necesidades, preferencias y expectativas, todo eso debe quedar claro para evitar conflictos posteriores.
  • Tener una mente abierta. Es posible que la forma de actuar y pensar de tu roomie en momentos no se parezca a la tuya, pues puede provenir de una cultura o llevar un estilo de vida diferente al que tú acostumbras. 

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Durante la convivencia

  • Puntualidad con los pagos. Cuándo y cuánto debe pagar por el alquiler y servicios y quién hará esos pagos son preguntas que deben quedar claras para evitar el papel de cobrador de uno de los roomates. Es bueno, adicionalmente, que exista un fondo de emergencias común para prever gastos extraordinarios.
  • Cuidado de los espacios comunes. Cada quien puede organizar y limpiar su cuarto como mejor le parezca, pero los espacios comunes son de todos, deben mantenerse limpios y establecer, si corresponde, en qué momentos se usan y por cuánto tiempo. Si lo tiras, levántalo. Si lo ensucias, lávalo. Si lo rompes, págalo.
  • Independencia. No por vivir juntos significa que todo lo deban hacer unidos. Respeta los espacios y tiempos de cada persona. Esto no significa que no se puedan conocer y entender mejor, pero no necesariamente debe ser así todo el tiempo.
  • ¿Se puede o no tener mascotas? Un tema sensible que se debe discutir y cumplir desde el comienzo.
  • Dividir las tareas. Cada persona debe tener claro cuáles son sus responsabilidades dentro del apartamento y cada cuánto las debe realizar, y cumplirlo.
  • Respeto por los objetos personales. ¿Qué es de todos y que es de uso personal? Lo ideal es que cada uno tenga sus propias cosas, pero sabemos que hay elementos del hogar que deben ser asumidos por todos, asimismo, cuidados. Nunca debes tomar las cosas que no te pertenecen sin preguntarle al propietario, por más confianza que exista.
  • Evita comprar cosas en conjunto. Amoblar el apartamento o comprar una que otra cosa juntos puede ser una buena idea al inicio, pero no al final. Si alguno decide mudarse pueden generarse discusiones sobre quién se queda con el objeto, incluso, aplica en el caso de una mascota.
  • Avisa sobre las visitas. Es bueno informar con anticipación que llevarás o recibirás a algún invitado, si lo haces debes tener cuidado con los objetos del hogar y asumir la responsabilidad de aquello que realicen tus invitados. Intenta que tu roomie no tenga que pasar por momentos incomodos mientras estás con tu visita, por ejemplo, escucharlos discutir en frente de él. Asimismo, cumple los horarios de visitas y reuniones, si los hay, y los compromisos a la hora de hacer alguna fiesta o reunión, si está permitido.
  • Antes de decir adiós. Si piensas mudarte, informa con suficiente tiempo para que la otra persona pueda reorganizarse y encontrar un nuevo roomie, si así lo quiere.  

La clave está en ser tolerante, vivir con alguien no es fácil, puede tener actitudes que no te gustan o con las que no estás de acuerdo, considera si en verdad es un problema o si estás exagerando y siempre mantén una buena comunicación con tu compañero de apartamento, de esta forma no solo se conocerán más sino que se la llevarán mejor.