Por: Isabel Mathieu, Directora Social Fundación Serena del Mar

Por el crecimiento de las comunidades de la zona norte de Cartagena

Es bien sabido que la educación es la mejor herramienta para reducir la pobreza, prevenir enfermedades, evitar conflictos, pero, sobre todo, despertar habilidades para que cada individuo pueda cambiar su realidad y alcanzar sus sueños. 

Es por eso, que desde Serena del Mar y su Fundación Serena del Mar nos hemos dedicado en estos años a contribuir con los procesos de formación de la comunidad. Educar ha sido una de nuestras premisas para mejorar la calidad de vida de la zona norte de Cartagena y generar impactos positivos en el entorno. 

A través de nuestros tres frentes de trabajo: Desarrollo social, Integración ambiental y Generación de ingresos hemos fortalecido competencias y generado conocimiento a cientos de habitantes de Manzanillo del Mar, Tierra Baja y Villa Gloria, logrando estar presente en todo el ciclo de vida de las comunidades. Desde los más pequeños; que empiezan su formación en el Centro de Desarrollo Infantil, los jóvenes; que han sido beneficiarios de las becas Carlos Haime Baruch y Marlene Haime, hasta los adultos mayores; que han participado en talleres lúdico-pedagógicos para ampliar habilidades y compartir experiencias, hacen parte de la actividad que realiza Serena del Mar por medio de su Fundación. 

Siempre me enorgullece afirmar que tanto Serena del Mar como su Fundación han alcanzado muchas metas, pero ninguna que nos llene de más alegría y esperanza que hablar de nuestros programas de educación, que nos permiten aportar al crecimiento y desarrollo personal y profesional de las comunidades, haciéndolos protagonistas de su futuro. 

Por ejemplo, con el Centro de Desarrollo Infantil, con el que ofrecemos atención integral de alta calidad en educación, nutrición y cuidado hemos recibido a más de 390 niños y sus familias. Gracias al programa de becas hemos facilitado que 85 jóvenes se vinculen a programas de educación superior en Cartagena de los cuales 25 ya se han graduado y han sido apoyados para continuar su formación en cursos que refuercen sus conocimientos. 

Así mismo, hemos contribuido al desarrollo del capital humano a través de la educación para el empleo, permitiendo que 1.312 personas de las comunidades, desde el 2015, hayan trabajado con el proyecto de Serena del Mar. Igualmente, hemos formado 70 emprendedores en el marco del plan de emprendimiento, de los cuales 63 han sido apoyados económicamente y 20 emprendedores locales se han registrado oficialmente para prestar servicios ante el Desarrollo urbanístico. 

Nuestro trabajo con la comunidad nos ha permitido también ser un actor que tiene la capacidad de recomendar personas que se han destacado en nuestros programas para trabajar en diferentes empresas de la ciudad. En ese sentido, estamos muy contentos porque, que nos busquen, significa que nuestro modelo se está replicando y que apostarle a la educación de nuestras comunidades está dando fruto, dado que ya Cartagena reconoce la importancia de contar con una formación integral de cada persona. 

Sabemos que la educación es el motor y la guía de nuestras acciones, por eso, ahora más que nunca estamos en la búsqueda permanente de alianzas y proyectos que nos permitan ampliar nuestro rango de acción y fomentar mayores oportunidades, además de adaptarnos a los retos de la pandemia para continuar nuestro acompañamiento. Desde el equipo de Serena del Mar y su Fundación nos motiva todos los días prestar nuestros servicios y comprometernos con las comunidades, las historias de progreso, de crecimiento, de superación de tantas personas en el norte de Cartagena que se han empoderado para conseguir un mejor futuro para ellos y sus familias, por medio de las actividades que nosotros desarrollamos en materia de educación.