El concepto de invertir se tiende a asociar con personas de edades avanzadas y con mucho dinero, pero la realidad no es esa, para pensar en comprar una vivienda o invertir en acciones, si bien se requiere planeación y disciplina, no necesitas ni tener la billetera llena, ni mucha experiencia en el mundo de las inversiones, es más, invertir siendo joven es la mejor forma de ahorrar, construir tu patrimonio y, de a poco, lograr todos esos objetivos que te trazaste.
No hay una edad demasiado temprana para comenzar a invertir, es cierto que algunos jóvenes tienen otros intereses y prioridades, a varios no les gusta pensar en un futuro y que a muchos nunca se les ha pasado por la cabeza invertir, ni siquiera ahorrar, pero es el mejor momento, según expertos, como Robert Kiyosaki.
A los 20, en teoría no tienes muchas responsabilidades, si crees que ahora son muchas tenlo por seguro que a medida que pase el tiempo serán más, y sí empiezas a recibir ingresos por tu trabajo, y gozar de cierta independencia, es el momento en el que comienzas a preguntarte cuáles son tus planes a corto, mediano y largo plazo.
Debes ser consciente de que cuando eres joven tu mayor activo financiero es el tiempo, si tienes 20 años, por ejemplo, podrías tener un mínimo de 40 años para hacer crecer tus ahorros e inversiones y lograr todo eso que planeaste.
Parece obvio, pero muchas personas no aprecian el valor del tiempo en la consecución de los objetivos y su papel determinante a la hora de lograr o no una meta, y a la hora de invertir, tampoco reconocen que es nuestro mayor aliado.
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Antes de invertir
Aunque “cualquiera puede invertir” como dice Warren Buffet, primero es necesario ahorrar, guardar una parte de tus ingresos por cierto tiempo para ahí sí disponer de un capital.
El siguiente paso, no importa que seas joven, tal vez arriesgado y creas que no tienes mucho que perder, será tomar algunas precauciones para no perder tu dinero, al contrario, y en la medida de lo posible, darle mayor rentabilidad. Estos son algunos puntos clave para tener en cuenta en esa etapa:
Conocer e investigar lo más que puedas el negocio o mercado en el que vas a invertir. En caso de no poseer los conocimientos suficientes una buena ideas sería recurrir al consejo de profesionales.
Es tu dinero el que está en juego por lo que “probar” no es tan recomendable, es más conveniente tener un plan y cuestionar todo.
Rentabilidades seguras, grandes o rápidas pueden ser señales de ilegales e irreales, desconfía cuando te ofrezcan estas garantías.
No te dejes llevar por las emociones del momento, una mala decisión hoy puede ser decisiva mañana.
No debes poner todos los huevos en la misma canasta, es decir, no todo tu dinero en la misma inversión.
Debes tener presente que casi toda inversión tiene un riesgo, y este es proporcional a la rentabilidad que esperas recibir.
Busca asesoría de personas que conozcan de estos temas, pero recuerda que siempre es importante que tu estés informado para que puedas tomar las decisiones finales.
Opciones de inversión
Estudio: En cualquier momento de la vida el estudio es una buena inversión, especialmente en la juventud. Puede ser inscribirte a algún curso, aprender un oficio específico o un idioma, todo te ayudará a crecer profesionalmente, servirá para tu hoja de vida, y podrá ayudarte a conseguir un mejor empleo o el que siempre quisiste.
Acciones: A esta edad es bueno invertir en acciones, con ello no te volverás millonario (a menos de que tengas mucho capital), pero si ganarás experiencia para cuando tengas más dinero. Cuando compras acciones de una empresa te conviertes en socio, así sean pocas, no importa, si a la compañía le va bien tus acciones se valorizan, si entra en crisis perderán valor. Un buen consejo cuando estás empezando es apostar por compañías grandes, así será más fácil venderlas.
Fondos de inversión: Este producto te permite invertir cantidades bastantes asequibles. Se reúnen dinero de distintos inversionistas se seleccionan algunos productos financieros y al obtener ganancias se reparten entre quienes hicieron el aporte.
CDT: Es un ahorro que puedes realizar durante un plazo establecido y obtienes una rentabilidad mientras tanto. Una vez termina el periodo de tiempo obtienes el dinero.
Emprender: Puedes apostarle a esa idea que tienes hace algún tiempo, eso sí, averigua lo que más puedas sobre el negocio para no dar un paso en falso.
Vivienda: Comprar vivienda sin duda merece un capítulo aparte. Un inmueble es una de las mejores inversiones que puedes hacer, pues es un bien de primera necesidad como el alimento o el vestuario, todo el mundo necesita una vivienda. Si la compras para ti estás asegurando, por ejemplo, que no pagarás más arriendo, mientras empieza a crecer tu patrimonio, pero también la puedes comprar para arrendarla o para venderla en el futuro, cuando esta se haya valorizado.
La vivienda es una de las inversiones más clásicas, pero más efectivas, dado que su riesgo es bajo. Hoy la oferta es muy amplia y según tus objetivos encontrarás justo la que estabas buscando.
Serena del mar, La Ciudad Soñada, se consolida como un destino de inversión en el país, ubicado al norte de Cartagena, ofrece un entorno tranquilo, rodeado de la naturaleza y cuenta con proyectos inmobiliarios para cada necesidad, ideales para que realices esa primera inversión, empieces a crear tu patrimonio y a cumplir tus sueños, porque nunca se es muy joven para hacerlos realidad.
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